Capítulo 10: Sorpresa.

En media hora ya estábamos allí. Mi padre nos dejó a las dos en la entrada del hospital y se fue a aparcar. Entramos y fuimos a preguntar el número de la habitación. La 238.
Subimos en ascensor hasta llegar a su planta. Caminamos por dos pasillos y de repente, paramos, ahí estaba.. Abrimos la puerta y la vimos en la cama, con un montón de cables y muchas vendas.
Como había cambiado, hacía años que no la veía, nunca se había molestado en llamarnos, en vernos, en nada, y estaba así, al borde del abismo..
Mel tenía el rostro muy pálido, parecía como si se fuera a desmayar, pero no fue así, lentamente se fue acercando hasta una silla y se sentó. Mientras ella se recuperaba, yo me acerqué a la cama, dí un beso a mi madre y cogí su mano.
Un poco después llegó mi padre, acompañado de un médico al parecer bastante jóven.
-Buenas, soy el doctor Joe, la persona encargada de la señora Fire-se presentó-.
-¿Se va a poner bien?-pregunté-.
-En realidad.. no lo sé, en el tiempo que lleva aquí no ha cambiado su estado, ni ha mejorado ni ha empeorado, por lo tanto todavía no puedo decirles nada. El golpe que se ha dado ha sido muy fuerte, probablemente pierda movilidad en alguna articulación y perderá la memoria si despierta. Será mejor que se vayan y vuelvan en dos días, tenemos muchas pruebas que hacerle.
Nos despedimos y volvimos al coche.
-¿Ahora a dónde vamos, papá?-preguntó Mel-.
-A casa.
Después de eso, estuvimos todo el camino en silencio. Al llegar me bajé del coche y corrí a mi cuarto. Echaba muchísimo de menos todas mis cosas, mi casa, mi jacuzzi, todo.
Me desvestí y me metí a darme un baño de espuma. Mientras estaba relajada oí sonar mi móvil, pero me daba demasiada pereza cogerlo y dejé que sonara. Al fin paró, hasta que sonó otra vez y tuve la impresión de que era importante, así que me enrollé una toalla al cuerpo y fui a responder.
->Conversación telefónica<-
Yo: Hola, ¿quién?
*: Cielo, soy Will, ¿cómo estás?
Yo: Mal, como voy a estar.. ¿Cómo has conseguido mi número?
Will: Me lo dio Kels. También nos ha contado lo que ha pasado, seguro que se pone bien, no te preocupes.
Yo: Eso espero.. Bueno, ¿tú que tal?
Will: Bueno..
Yo: ¿Qué te pasa?
Will: Es evidente, me pasa que te has ido.. ¿cuándo vienes?
Yo: Puff no sé, cuando todo esto acabe supongo que tendré que volver al infierno..
Will: No puedo esperar tanto.. Te dejo, he tenido una idea.
Yo: ¿Qué ide..
Pí, pí, pí.
->Fin conversación telefónica<-
Tenía intriga por saber que ha pensado pero pensaba más en él que en sus ideas. Decidí ponerme los cascos de mi Ipod touch para olvidarme de todo y finalmente me quedé dormida.
Me desperté de golpe al oír un ruido, miré la proyección del reloj y ya eran las 12:26. Me desperecé, fui al baño a lavarme la cara, los dientes, me duché y volví a mi habitación con la toalla enrollada.
No podía creer lo que estaba viendo.
-Vaya, creo que llego en mal momento, aunque estás muy bien con esa toalla-dijo-.
-¿Qu.. qué haces tú aquí?
-Te dije que no podía esperar hasta que volvieras, necesito estar contigo y eso es lo que haré hasta que vuelvas, me voy a quedar aquí.
-¿Dónde? Porque en mi casa desde luego que no. Si mi padre te ve, te mata y a mí también.
-En casa de mi primo, que vive una calle más allá. Tranquila que no me mata, él me ha invitado a pasar.
De pronto escucho una voz.
-¡Brit, baja a desayunar y dile a tu novio que no le dé vergüenza!
-Papá.. ¡que no es mi novio!-grité-.