lunes, 5 de septiembre de 2011

Capítulo 2: Bienvenida al internado.

Ay, se me ha olvidado coger la cámara de fotos. Subo arriba a cogerla y bajo corriendo a meter mis cosas en el coche.
Montamos en el coche, nos acomodamos y damos comienzo al "viaje".
-Hija, seguro que lo pasaras bien.
-Déjame en paz.
-No te portes como una niña pequeña.
-Que me dejes, ¿lo entiendes?
-Pero...
-Que no, que no quiero escucharte joder.
Mi padre lo aceptó, todo el camino en coche callados hasta que llegamos.
Me bajo del coche y flipo.
-¿Esto es un internado o una casa abandonada?
Era asqueroso, de pronto salen de aquel mugriento sitio unas chicas CON UNIFORME y una señora mayor.
-Buenos días señorita Fire.
-Lo serán para usted-protesto en bajito-.
Mi padre me da un codazo.
-Emm... buenos días, señora-digo con una sonrisa falsa-.
-Soy la directora del internado, mi nombre es Briana.
(Como si me importara).
-Pasen dentro conmigo, les enseñaré las instalaciones y le daré a la señorita su uniforme.
-¿UNIFORME? Oh no, eso sí que no.
-Es obligatorio, señorita Fire.
Todas esas chicas parecían tan... buenas, no iban a pegar conmigo. Bueno, mejor sola que mal acompañada, ¿no?
Había una muy alta, grandota y fea que creo que era la "lider" ya que todas la seguían, yo no lo haré. Me despido de mi padre y de Mel y se van.
-Bueno señorita, ahora vaya a ponerse su uniforme, gracias-dice Bri-.
-Esta bien Bri-digo guiñando un ojo-.
-Briana señorita, me llamo Briana.
-Pues lo que yo decía.
Iba a decir algo pero la corto y voy a mi habitación. Entro y veo cuatro chicas más.
-Fuera de mi habitación, ¡YA!
Veo que se ríen.
-¿Qué os hace tanta gracia?
-Esta no es tu habitación, es la de todas-dice una del fondo-.
-¿QUÉ? Tengo que vivir en esta pocilga, con este horrible uniforme y encima con cuatro puebleruchas, esto será un infierno.
Todas me miran mal y yo les lanzo una "mirada asesina". Entra Bri.
-Fire, se me olvidó decirla que tiene que darme su móvil.
-Ogg, vale.
Le doy el móvil viejo que trage por si esto sucedía y se va. Cuando cierra la puerta saco el Iphone.
-Eh, ¿pero qué haces con un móvil?-dice la misma del fondo-.
-¿Qué más te da? ¿Tú puedes vivir sin tu móvil o qué?
-Llevo dos años metida aquí, sin móvil.
-¿Dos años? ¿No te vas de vacaciones o qué?
Veo como se le cambia la cara, ahora es de tristeza. Se me acerca una muy delgaducha.
-Es huérfana-me susurra-.
-Ups, lo siento.
-Pues lo dicho, están prohibidos los teléfonos-dice la del fondo-.
-Ah, pues estás tardando en chivarte, ¿no?-digo con la misma mirada de antes-.
Creo que la metí un poco de miedo porque no dijo nada y no se chivó tampoco. Creo que este no es mi sitio.

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